sábado, 3 de noviembre de 2012

Aventuras y desventuras en las primeras citas.

Esto me sucedió en la segunda cita con mi pareja.
Ella vive en una urbanización y la acompañé hasta su casa. Era ya de noche y dejé el coche aparcado a unos 50 metros de su portal. Fuimos andando hasta su puerta en una calle sin salida que no tenía luz. Empezamos a hablar de cosas picantes, nos besamos, o mejor dicho me besó con ímpetu y me dijo “¿No me vas a meter mano?” Yo estaba un poco aturdido por la situación; en la puerta de su casa, vecinos, un perro que ladraba, entrada a los garajes… Me empezó a meter mano, me desabrochó el pantalón y me cogió lo que entonces llamaría cacahuete, que fue creciendo por momentos y se puso duro.
Ante mi falta de reacción ella me animaba
    - ¿Pero no me vas a meter mano? Estoy muy caliente.
Empecé a reaccionar y a ponerme en situación perdiendo un poco el miedo a ser pillados in fraganti, ella me desabrochó del todo el pantalón, lo dejó caer hasta mis tobillos y me dio la espalda, se bajó la falda inclinándose hacia delante hasta cogerse los tobillos con las manos y yo le dije:
     - ¿Pero aquí? ¡Qué estamos en la calle!
-          ¡Esto no es la calle, estamos en el campo!
-          Pero puede salir tu padre.
-          Mi padre está viendo una película y no va a salir  ¡No seas tonto!

Se inclinó hacia delante cogiéndose las pantorrillas y se la metí toda empujando adelante y atrás. Ella jadeaba, yo jadeaba, el perro ladrando en el silencio de la noche y yo apurado por la situación mirando hacia todos lados, por si acaso nos pillaban.
-          ¡Relájate! Si no estás tranquilo no hay nada que hacer – me decía ella.
      Si es que me pasan unas cosas que…
Me incliné un poco y le acariciaba sus pechos, y sus pezones, erectos. Iba perdiendo la vergüenza, o quizá no me acordaba de ella.
Se dio la vuelta, se arrodilló y empezó a chupármela llevándome más lejos de lo que había imaginado dada la situación, hasta que decidimos terminar
-          TONTÍN ¿ves como no ha pasado nada? Te ha gustado eh... Pues otro día repetimos JA JA JA JA…
Y yo sin saber muy bien si me habían pillado o no.

Así pasó más o menos allí en la calle. Ji ji...

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